domingo, 25 de julio de 2010

Mi Pequeña gigante


Dicen que lo pequeño viene en frasco chico, y yo lo comprobé de verdad
Era muy retraída y sabia muy bien, que a ella le caía mal, pero sin duda valoraba el que no lo demostraba.
Poco a poco se fue transformando en mi amiga, la que ha estado conmigo en los momentos más duros, esa que nunca me ha abandonado y casi siempre le he fallado.
Lo que si estoy segura es que yo daría mi vida si fuese necesario, por que ella es lo máximo.
Nunca fue chica, siempre fue gigante, porque su corazón lo era, sus sueños lo eran y su Coraje también.
Te quiero mucho mi pequeña gigante, porque no se, si en estos momentos seria la misma sin tu apoyo incondicional.
Se que mi corazón no es suficiente aun así, es lo que tengo para darte como regalo.

Feliz Cumpleaños FeÑa

lunes, 19 de julio de 2010

El Tango de los rechazados.

Llegue tarde, a eso de la medianoche, el me esperaba como siempre con sus pantalones negros y la camisa blanca, traía las mangas arremangadas hasta un poco más debajo de la altura del codo. Su cabeza se encontraba en dirección al escenario, pero como siempre el no miraba nada. Sonaba el tango y sus ojos me miraron penetrantes, pensé que me hablaría pero como siempre no lo hizo. Su pelo rubio, su mirada ausente y las manos que se llevaban el vaso de ron a su boca. Todo eso daba una señal:

- Hola- le hable fuerte, el sonido del lugar no me ayudaba en nada. El solo me levanto las cejas y volvió a beber un sorbo, pero esta vez se le acabo el contenido al vaso. – Bailamos-. Pregunte curiosa y con un poco de esperanza

- Yo no bailo- me dijo de forma cortante.

- Entonces me puedo sentar a tu lado

El levanto sus hombros y yo agarre el asiento, la mesa que estaba entre nosotros lo apoyaba más a el, que yacía casi tirado sobre ella, como cualquier borracho.

- Raro que vengas a un club clandestino de tango, si no bailas.

El sonrió amargo y solo movió la cabeza, de fondo el tango se volvía triste y la pareja cada vez más apasionada lo bailaba.

- Más raro es que una señorita como usted, venga a un lugar así, como este.- su intervención fue precisa, ya me comenzaba resignar.

- Me gusta la vida bohemia.

- A mi también, por eso me gusta ver bailar, en especial un tango de muerte- su voz era pareja no había rastro de pena, ni nada por el estilo.

- Dime, por qué llora tu corazón- me miro de forma penetrante, pero yo no me quedaba atrás, fría e intocable en los sentimientos, me deje mostrar como si fuera rosa, esa que nadie la puede tocar ya que se puede clavar.

- Quien te dijo que lloro- dijo molesto

- Tus ojos- respondí, mientras alejaba mi mirada de la suya.

- ¡Mienten!

- Los ojos no mienten.

- Viste que miento.

- Por que no me cuentas- pregunte preocupada.

- Es personal

- Poeta- dije con aire alicaído, mientras acariciaba su cabellera.

- Lo merezco- pregunto

- Que

- Ser llamado poeta

- Claro, no es solamente el que escribe, sino el que vive el sufrimiento, ese que solo sabemos vivir los bohemios.

Por fin le saque una sonrisa verdadera, y sabia que era mucho por hoy, me levante lentamente del asiento, el tango concluía y yo seguía con ganas de bailar. Pero ya no podía, era tarde.

- te vas ya no bailaras

- no, ya no. Bailare cuando el tango cambie el titulo

- cómo qué titulo- pregunto curioso

- Tango para los rechazados

Me despedí de él con un beso en la mejilla, y me puse el abrigo rápidamente. Sabía que Buenos Aires no era la misma de noche y que la lluvia no me ayudaría en la excusa que tendría que dar.


" Dedicado a mi Amigo y Poeta Matías"