lunes, 6 de octubre de 2014

Sombra

¿Cuál fue el pecado que cometiste?, ¿acaso el amor es un maleficio que debes cargar?
Yo me hice sombra, abandone mi luz para que tu vida fuera plena, sin ataduras, sin esconderse, sin escatimar en manifestaciones de afectos, ni pública, ni privadas.
Soy sombra no porque quiera, sino porque es necesario para tu vida, para tu amor, para tu comodidad y tranquilidad.
No te he juzgado yo, ¿quién te condeno a la miseria? Por qué no pensar que si me volví sombra, es para meditar más de una vez que palabras deben salir de mi boca, que nunca he querido ser hiriente y siempre he procurado no serlo.
Por qué no pensar sobre mi condición de sombra, como un sacrificio el cual hago en razón a la amistad. ¿Es más fácil darla por perdida?, ¿es menos significativa que las demás?
Es tiempo lo que yo quería, es tiempo lo que necesitaba. ¿Por qué insultar al tiempo?, ¿por qué busca insultarme?, si me hubiese ido y abdicado a una amistad forjada, no cree usted que no hubiese dejado rastro, qué hubiese alejado por completo el círculo de personas que la rodea. Sé muy bien que no aleje a todos, y sabía que tarde o temprano lo que pasó pasaría.
Nunca he cortado con nadie los medios de comunicación, siempre me han podido ubicar. Sabes muy bien quienes me buscaron, sabes muy bien que me pudiste encontrar.
No es que tú pienses en ti, aquello está perfecto. Más bien no sabes lo que pienso yo, y por tus palabras creo poco ha importado.

No es rabia hacia ti la que tengo en mi corazón, es hacia mí. 

martes, 16 de julio de 2013

Hombres pasando los Treintaitantos


Hace un tiempo atrás un amigo cumplió los 30 años y con preocupación y recelo me dijo: - creo que es momento de madurar y buscar una relación seria-. Yo quede atónita ante tal afirmación, sus ojos no mostraban en absoluto el convencimiento ante tal frase y menos ganas de llevarla a cabo, más bien se veía resignado. Yo con un golpecito en la espalda, como quién consuela a alguien le respondí:- tranquilo te quedan como cinco años aún para andar de parranda, mira hasta que no cumplas  los 35 años de edad nadie se cuestionara si eres gay o no, ya sea porque no tienes hijos o porque no te has casado, tampoco parecerás viejo verde y menos aún necesitado o desesperado-. Me miró con un brillo en los ojos que no esperaba, como que le hubiese leído la mente. De repente imágenes nublaron mi cerebro, recuerdos del verano recién pasado vinieron hacia mí como una ola de Tsunami. Entonces le dije:- te contare una historia, quizás para ti una perspectiva, para mí un trauma. Este verano, como los anteriores viajé al litoral central junto a mi familia por 5 días, al tercer día me dijeron si podía llevar a mi sobrina y sobrino a jugar a la plaza, para mí un lugar perfecto, donde podía ver la puesta de sol y relajarme. Entonces me puse en marcha, compre churros y me senté en una banquita, mientras los enanos (sobrinos) jugaban corriendo de aquí para allá. Mientras presenciaba semejante espectáculo de la naturaleza, una pareja, sin previo aviso, sin pedirme permiso, ni nada por el estilo se sentaron a mi lado. Obviamente me corrí hacia el extremo izquierdo de la banca, mientras ellos de la mano y en silencio presenciaban el mismo espectáculo que yo. Hasta ahí todo bien, entonces como la canción dice” todo se derrumbó”. El hombre con un tono alto de voz, giro la cabeza y miro a la chica, ella era una mujer de pelo ondulado, su piel tostada por el sol y su edad más o menos unos 30 años. – Mira- le dijo el hombre de forma seria y voz ronca- han pasado varios años de idas y vueltas, pero nadie más que tú me conoce bien, has estado a mi lado en las buenas y en las malas, me has aguantado y apoyado, quizás sin ti hoy no sería tan feliz-. Entonces me di cuenta que no era solamente yo la que los miraba, toda la placita los veía, menos los niños y niñas, unas 15 personas con expresiones de asombro, vergüenza, esperanza y algunos awwwwwwwww que se escucharon por ahí. Estaba percatándome de ellos cuando el hombre con voz resignada pregunto:- ¿quieres casarte conmigo?-. Mi vista se fijó nuevamente en ellos, más en la chica, ya que el hombre me daba la espalda y la cara de la mujer daba hacia mi cuando lo abrazó después de responder afirmativamente. Los aplausos brotaron, y la estupefacción que sentía hizo que botara un muy preciado churro. Entonces justo entonces abrió los ojos, en su cara no había una expresión de mujer enamorada, emocionada o sorprendida, por el contrario su expresión era triunfante, como quien corre una olimpiada y gana la medalla de oro. Yo no podía esperar menos, el  hombre mismo había asumido varias cosas que la mujer tuvo que soportar, quizás cuantas veces él le fue infiel y por ello terminaban y volvía, cuantas veces prefirió el fútbol y los amigos antes de estar con ella, cuantas veces la caña del carrete le hizo olvidar el aniversario, etc, etc, etc. Con una eterna paciencia ella lo había logrado. Tener comiendo de la palma de su mano a un hombre pálido, que aún no asumía lo que recientemente declaró, en su etapa más débil y patética.
La gente comenzó a aproximarse a la banca, donde había pensado ver la puesta de sol tranquilamente, las felicitaciones no tardaron, con el tumulto, pensé en convertirme en ninja y escabullirme lo más rápido posible,  sin embargo el sujeto advirtió la situación y dijo delicadamente: - muchas gracias por sus felicitaciones, pero creo que la niña está mirando a sus primitos y seria incómodo y peligroso que ella se corriera de acá, ya que los niños, pueden que no la vean y se pueden perder-.  Yo me limite a sonreír y agradecer, la gente poco a poco comenzó a retirarse ya que la puesta de sol, ya había terminado, mire le cielo y aun se presenciaba  el arrebol, que se oscurecía con el crepúsculo. El hombre sabía que me había dado cuenta de su actuar, lejos de ser considerado, y que tamaño show fuese un “acto de amor”, él era un estratega, en primer lugar, había elegido esa banca porque sabía no me podía mover de ahí, por las misma razones que él mismo le dio a la gente; y en segundo lugar, me había elegido como soporte, como yo no podía salir de ahí escucharía todo, el motivo hasta ahí lo desconocía. La mujer apoyada en su pecho, mientras el pasaba el brazo por el cuello de ella y así abrasarla, le dijo:- estas seguro de  lo que me propusiste- el meneaba la cabeza afirmativamente, ella continuo: - no quiero saber luego que te quieres arrepentirte- él meneaba la cabeza negativamente, ella prosiguió:- mejor dímelo ahora, si es porque te preguntaron en el trabajo que como se llamaba tu pareja, y dijiste mi nombre y nadie te creyó que era mujer. No pienso casarme contigo. Tampoco me casare contigo, si es porque tu madre antes de morir te dijo que era la nuera que ella quería y que no encontrarías mejor madre para tus hijos; y menos me casare contigo, porque ya no te da ni el cuero, ni la facha de andar conquistando pendejitas-. De pronto, tocaron mi hombro la mujer me miro y sonriente me dijo:- niña, donde compraste esos churros -. Apunté hacia el lugar y le dije:- 700 la media docena y 1200 la docena-. Ella lo agradeció e invito al sujeto a comprar, cosa que  el rechazo, ella se levantó de la banca y se dirigió al lugar que le había indicado.
El hombre intento sacarme conversa, por medio de referencias al tiempo, las estrellas, la tranquilidad y un sinfín de pelotudeces, a las cuales no puse atención. Lo miré le dije:- es por eso verdad, por todo lo que ella menciono, las presiones laborales ante su aparente homosexualidad, las presiones familiares y que su sex-appeal se esfumo y parece un viejo verde desesperado-. El me miro resignado pero no dijo nada, solo mordió su labio inferior y cerro los puños, la impotencia ante  la situación era obvia. Entonces continúe- mejor dile que un sesenta por ciento de tu decisión se debe a eso, el cuarenta por ciento restante es amor, aunque no lo sea. Ella sabrá como revertir ese porcentaje a su favor-. El me miró con el ceño fruncido, no esperaba que le dijera esas cosas, al menos no tan fríamente, entonces me dijo:- tú no sabes lo que es estar solo. Fue en ese  momento que lo frene:- mira, este tipo de decisiones no se piensan desde la soledad, la soledad es muy traicionera, te embolina la perdiz y te hace tomar decisiones estúpidas. Lo mismo que la venganza. Entonces el me responde: - los hombres más tarde que temprano maduran-. Fue en ese entonces que me causo  gracia y me puse a reír, entonces continúe: - los hombres no maduran, solo se ven con agua hasta el cogote y aunque el agua no le ha cubierto ni la nariz, ni la boca. Ya se sienten ahogados y muertos. “presionados” toman decisiones imbéciles-. En ese momento llego mi sobrino, alegando que le había caído azúcar flor en los ojos, entonces le sacudí la cara con un pañuelo y llame a mi sobrina para que nos fuésemos.
Finalmente le dije: - sincérate con ella, dile la verdad si es necesario cambiar aquellos porcentajes que te di anteriormente hazlo, pero sincérate con ella y principalmente contigo mismo-. Entonces me fui a la casa de veraneo que arrendamos, de la mano de mis sobrinos, ya era de noche y debía descansar mi mente.

Mi amigo agradeció la historia, se veía más tranquilo ante su propia situación, me miro agradecido  y apurándome me incentivaba a presentarme en el aula donde se encontraría el profesor más latera, realizando la clase más fome de toda la universidad.

jueves, 26 de mayo de 2011

Noche y Luna


Qué es la luna sin la noche,

No es más que una novia amargada

Que circula entre los astros,

Sin rumbo fijo, sin final propuesto.

Qué es la noche sin la luna,

Un manto lúgubre, triste, sin sentido.

No es más que el periodo temporal

Entre la puesta del sol y su salida.

¿Acaso tú has visto la luna brillar de día?

No, es la noche quien procura

Darle ese brillo platinado,

Que la hace ver inmortal.

Al mismo tiempo es la luna

Quien hace ver a la noche

Fulgorosa, brillante, bohemia,

Y llena de vida

Ambas son como bailarines,

Danzando al compás de una melodía,

Que se entrelazan en un gran abrazo

Procurando que ninguna sea más que otra,

Sino que ambas se complementen para mostrarse hermosas.

viernes, 13 de mayo de 2011

Inseguridades


Muero en la nostalgia de no verte,

De no sentirte cerca, de que no me veas,

De que la neblina gruesa de mi mente,

No me deje tenerte.


No me basta con pedirles a los santos,

Que me ayuden en este suplicio

Y vago sin cesar en las llamas del infierno

Que me consumen en las inseguridades y el miedo.


¿Qué hago si no me quiere?,

¿Qué hago si me olvida?

¡Que hago amiga, que hago!

Si no me habla tiemblo

Y si me habla he de cohibirme.


Juego con mi corazón de nuevo y lloró,

Juego con mi alma y no puedo continuar,

Juego con mis angustias y me tiritan las rodillas,

Con lo único que se que no he de poder jugar, es con lo que siento.

domingo, 1 de mayo de 2011

Entre muertos y Tintos


Aun no terminaba de zapatear la cueca brava, cuando llego el chico Maldonado ha decirnos que había muerto, Herminia lloraba hasta el cansancio, mientras yo me bebía el concho del navegado de doña Eulalia. Pero yo no lloraba, sabia que estaba bien, que más iba a dar ese viejo, que a pesar de los años casi una vez a la semana se acercaba a la chingana que aun sobrevivía en moneda. Tan escondida como está eran nuestros sentimientos, que solo ese viejo poeta, escritor y mañoso; sabia describir. No fue que hable con él hasta que me saco a bailar para el funeral de don Lalo, ¿la conversación?, pues no hubieron palabras, solo coqueteos, cepillado y la vuelta final. Semanas más tardes me vio escribiendo en una de las mesas de la chingana y de la nada se acerco y me dijo – me recuerdas a mi primera mujer-. Yo me puse a reír, él me sonrió y como nunca me di cuenta de quién era, un escritor de tomo y lomo, de tinto y tabaco, de varias mujeres cuando piensa en solo una. Nunca deje de bailar con él cuando venia a la chingana, don Gonzalo era único, grande y nuestro como dice el comercial de cerveza. Era artista, era sensible y lo escondía, era fiel pero no le gustaba admitirlo, era hombre, niño, fuerte y fugas.

Llegue del velorio en el museo nacional de bellas artes y recién ahí lloré a morir, se iba uno de los grandes, uno que me gustaba leer, uno nuestro. No pasaba ni una semana cuando las noticias anunciaban en la TV que Sabato yacía muerto, era casi un mal de kalku que se posaba en la literatura. ¿Por qué le pregunte a lo humano y lo divino?, las respuesta no cabían en el aire y por tanto no llegaron a mi, me sentía tan identificada con él, porque estudió física y era científico, con gusto por las letras y el artes. Me sentía mal, me sentía deprimida; sin embargo me queda el consuelo que las letras que ambos imprimieron, se han marcado en el corazón de cada uno de los latinoamericanos.

jueves, 21 de abril de 2011

Pienso Dormida


Quizás pienso dormida

Que la lluvia me lleva,

Que los rayos me iluminan,

Que el sol no es necesario,

Cuando las nubes te refrescan.


Pienso en el pasto húmedo,

En la brisa que proviene del río,

En las calles desiertas,

En el sauce dormido.


Pienso en tu mirada,

Cuando me miras,

Quitas mi cabello de la cara

Y tu roce hace que tiemble,

Me ciento débil aunque me haces fuerte.


Pienso que te has ido,

Que no estas a mi lado,

Que las calles siguen desiertas

Que brisa proviene del rió,

Que el pasto húmedo sigue ahí,

Que el sauce yace dormido

Y que ahora la lluvia solo me moja a mí.

sábado, 2 de abril de 2011

Preguntas.


A veces me preguntan por ti,

si te he visto pasar por aquí,

caminando por la vereda del frente, donde caminábamos los dos.

Respondo con una sonrisa abierta que nada se de ti hasta el día de hoy.

Me preguntan si terminamos y hace cuanto tiempo,

me preguntan los motivos y digo no se, no quiero contestarle a la gente,

Menos en esa que no confió.

Preguntas chismosas, que me hacen mal

Me hace mal esto, me hace mal sentirme así.

Me hacen mal las preguntas, sin embargo a todas contestare.

Aunque se me haga difícil hablar de ti y recordarte,

Pregunta que venga ha ella le haré frente.

Mi orgullo sigue diciéndome el porque te abandone.

Y me es casi imposible olvidar los motivos que me llevaron a alejarme de ti,

así que el tiempo ha decidido.

Se muy bien que ya no te importo,

Que ya no soy nada para ti, solo un recuerdo fugaz

Que para nada te interesa.

Aun así, te extraño. Aunque tu ya no a mi.